Queridos lectores, empresarios, emprendedores, jefes y dueños de empresas:
Hablemos de un tema que constantemente genera inquietud, confusión y miedo en el mundo laboral: “el Citatorio del Centro de Conciliación Laboral” y “La Demanda Laboral”.
¿Alguna vez has recibido uno de estos citatorios y has sentido que tu mundo se tambalea? No estás solo. La mayoría de los patrones o encargados de establecimientos o dueños de negocio se asustan cuando llega un citatorio del Centro de Conciliación Laboral, y es comprensible, porque sabemos que no es su trabajo ocuparse de saber eso.
Aunque en ocasiones también sucede que se van al otro extremo, es decir, lo toman demasiado a la ligera, piensan que no pasa nada si no atienden el problema, sobretodo cuando, según ellos, “el trabajador no tiene pruebas de nada”, y es un error pensar eso. Nunca se debe subestimar la importancia de un problema laboral. Pero aquí está la buena noticia: un citatorio y una demanda laboral son dos cosas muy diferentes.
“El Citatorio del Centro de Conciliación Laboral”
Imagina un citatorio como un llamado a la mesa de negociación. El Centro de Conciliación Laboral es un espacio destinado a resolver disputas laborales de manera amigable y antes de que se conviertan en demandas. Recibir un citatorio no significa que ya estás en problemas legales, sino que se te está brindando la oportunidad de resolver un conflicto antes de llegar a un tribunal. Es un proceso de conciliación en el que las personas que están como mediadores en el Centro de Conciliación Laboral no toman partido para ningún lado, estas personas son imparciales y están para ayudar a que las negociaciones sean equilibradas para las dos partes y ayudan a proponer opciones de acuerdos para solucionar el conflicto, no es un juicio.
El citatorio es una invitación para escuchar a ambas partes, no para presentar evidencia, solo se trata de considerar posibles puntos de acuerdos y llegar a un consenso. Es una oportunidad para resolver el problema sin recurrir a un costoso litigio y mantener una buena relación con tus empleados.
“La Demanda Laboral”
Por otro lado, una demanda laboral es una acción legal presentada ante un tribunal laboral por un empleado en busca de una resolución legal a un conflicto laboral. Aquí, el trabajador no intenta llegar a un acuerdo amigable, sino que está buscando que un juez toma una decisión basada en la ley y la evidencia presentada, pero ojo, el trabajador no está obligado a presentar evidencias para probar su dicho, en cambio el patrón sí está obligado a hacerlo, y si no lo hace adecuadamente puede perder. Esto puede ser un proceso largo, costoso y emocionalmente agotador para ambas partes. Sin embargo, hay ocasiones en que bien vale la pena llevar un proceso ante los tribunales, depende de cada circunstancia específica.
La diferencia clave radica en la naturaleza de la resolución. Mientras que un citatorio busca el entendimiento mutuo y la conciliación donde ambas partes quedan conformes; una demanda laboral busca una resolución de un juez donde alguien gana y alguien pierde.
¿Cómo afrontar un Citatorio?
En lugar de entrar en pánico cuando recibas un citatorio del Centro de Conciliación Laboral, tómalo como una oportunidad para la resolución pacífica de problemas. Participa en las reuniones, escucha a tu empleado y busca soluciones que sean justas y mutuamente beneficiosas. Pero si la relación ya está muy friccionada o el motivo del rompimiento de esa relación laboral es muy delicado, lo más recomendable es que busques apoyo de un abogado para que te represente en esa etapa de conciliación. Esta es una ventaja que tienen los patrones, ellos sí pueden enviar un representante legal, debidamente nombrado, para que vele por sus intereses y los de su negocio, en cambio el trabajador tiene que acudir de forma personal.
Por supuesto e insisto, es crucial tener asesoría legal para asegurarte de que tus derechos estén protegidos durante este proceso. Pero recuerda, recibir un citatorio no es el fin del mundo, sino el comienzo de una posible solución más efectiva.
Entonces, lectores, empresarios, emprendedores y dueños de empresas, la próxima vez que llegue un citatorio, recuerden que no es lo mismo que una demanda laboral. Aborden el problema con mente abierta y disposición para la conciliación. La resolución pacífica puede ahorrarles tiempo, dinero y, lo más importante, relaciones laborales sanas.
La mejor estrategia para evitar demandas laborales es fomentar una cultura laboral positiva, con comunicación abierta y solución de conflictos temprana. No teman a los citatorios; véanlos como oportunidades para un lugar de trabajo más armonioso y productivo.
¡Hagamos de nuestras empresas un lugar agradable y construyamos relaciones laborales sólidas y justas!
Hasta la próxima.